martes, 26 de octubre de 2010

MONASTERIO DE EL PAULAR


El Real Monasterio de Nuestra Señora de Santa María de El Paular, monumento declarado Histórico Artístico Nacional, es la joya arquitectónica del Valle Alto del Loyoza. Su majestuoso porte se levanta en un marco natural incomparable, a unos dos kilómetros del casco urbano de Rascafría, y sus orígenes se remontan a agosto de 1390, cuando comenzó a construirse la que fuera la cartuja pionera de Castilla (y sexta de las fundaciones cartujanas de España) por deseo de Enrique II quien, poco antes de morir, así lo expresó. Su hijo Juan I colocó la primera piedra y, a continuación, fueron varios los arquitectos que intervinieron en el proyecto –Juan Guas, Rodrigo Gil de Hontañón, Francisco Hurtado y Vicente Acero– hasta que se concluyeron las obras en 1442, bajo el reinado de Juan II.

Durante los primeros cuatro siglos y medio, la cartuja alcanzó un importante esplendor económico y cultural y se convirtió en una de las más poderosas de toda Europa. Ejemplo de ello fue el hecho de que, en 1515, costeó la construcción de la cartuja de Granada. Además, de su molino de papel, el primero que existió en Castilla, salió el papel que se utilizó para imprimir la edición príncipe de la primera parte de El Quijote.

Sin embargo, su época más gloriosa se vio frenada por la Ley de Desamortización en 1834. El Paular vivió años duros, pasó de unas manos a otras, tuvo diversos usos y perdió parte de su patrimonio artístico hasta que se produjo la definitiva adquisición estatal.

Finalmente, se produjo la recuperación de El Paular para la vida monástica. En el año 1954, se instaló en él la pequeña comunidad benedictina que, en la actualidad, lo sigue ocupando. Sus más de 600 años de historia se mantienen en un estado envidiable y el monasterio conserva un importante legado artístico. La principal joya de El Paular es el retablo mayor de la iglesia –de una sola nave, planta y exterior isabelinos y un atrio de planta cuadrada cubierto por una bóveda gótica de crucería de terceletes–, una gran pieza de estilo gótico que data de finales del siglo XV. Está hecho en alabastro policromado y compuesto por 16 escenas. El conjunto destaca por su sencillez estructural y por su abundante decoración y ocupa todo el fondo del presbiterio.

De gran valor es también el Transparente, capilla barroca que acoge el Sagrario y luce una recargada decoración a base de mármoles, columnas salomónicas, pilastras prismáticas y numerosas estatuas. Está compuesto por dos estancias escalonadas detrás del ábside.

Otros elementos interesantes del monasterio son el claustro original del siglo XV, el refectorio, la biblioteca y los patios, como el de la Cadena, espacio ajardinado que sirve de acceso al monasterio y puede considerarse uno de los atrios monacales más bellos de Europa. Tiene, desde 1625, un esbelto crucero de piedra sobre cuatro escalones que está constituido por una columna con capitel renacentista y a su lado hay una elegante y sencilla fuente de brocal redondo y seis surtidores.

Al este del patio, está la puerta de entrada al patio del Ave María –que actualmente es el núcleo principal del hotel Sheraton Santa María de El Paular–. Y al norte se encuentra la capilla de los Reyes, construida en el siglo XIV sobre la primitiva ermita de Santa María. Es de planta cuadrada y está cubierta por una bóveda de crucería. Alberga un pequeño altar barroco con una imagen moderna de la Virgen de Montserrat.

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